Estamos condenados a amarnos
bajo la luna negra
bajo el manto de la noche azul
estrellada
estrellada la suerte mia
al conocerte
hijo bastardo del olvido
de la muerte aciaga
y del instante sufrido
estamos
condenados a amarnos
porque la luz oscura
se desvanece
a mi paso
y yo ciega
renombro
todo lo nombrado
estamos condenados a amarnos
porque tu estas lejos
donde no llegan mi pasos
porque tu
estas amargo
como hiel y letargo
estoy condenada
a amarte
porque mis pasos descalzos
se murieron esperando
que la noche negra
la luna azul
y tus ojos
vinieran a calzarlos
1 comentarios:
La noche, la luna, las estrella han pronunciado una sentencia de amor. De amor y muerte, de nuevo. Eros y Thanatos.
Luna negra, noche azul, luz oscura. Muerte y olvido. El amor como destino turbio, amargo.
Y en la última estrofa se invierten los colores: noche negra, luna azul... y ella amándote descalza en los pasillos desnudos de los sueños.
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