viernes, 22 de agosto de 2008

El Dulce Abismo ...



El Dulce Abismo


(No quise escribir de ti, y no me di cuenta, no me di cuenta de que no te dedique palabra alguna, porque te me clavabas en el alma, te me encrispabas y te me mareabas en la amargura, no escribí de ti porque el dolor no dejaba a la metáfora libre, pero ahora con el tiempo acumulado en mi espalda, puedo hablar de ti.)


En una plaza fría de agosto

nos reencontramos

nosotros

los desconocidos

después de hablar y besar

lento

nos miramos

los desconocidos

La angustia de tocarnos

de sabernos

de existirnos

la realidad aplastándonos

y abriéndonos

como aquella noche fría

No había nada más

que nosotros

en esa plaza

el mundo

el pasado

la familia y el dolor

todo era solo aire frío

para los desconocidos

Me llevaste al Dulce abismo

(no sabia cuanto de dulce

y de abismo tenia)

y como aquellas canciones

de Silvio que nos unían

y marchitaban

nos sentamos en una mesa

para contarnos

nuestras verdades

Nos acariciamos el olvido

y lloramos nuestras inquietudes

ahogándolas en las dudas


Nos dimos cuenta

que por muy cerca

que estaban nuestros cuerpos

nuestras almas cada vez

estaban más lejanas

Me abandonaste

en el Dulce abismo

dejándome destrozada

me abandonaste lejos

donde no llega la alborada

El Dulce abismo

tiene sillas de madera

tiene lámparas y velas

pero no tiene amor

Me abandonaste allí

con la escarcha en la ventana

con la leña en el fogón

En el Dulce Abismo

me dijiste

que no podías aguantar mi alma

y yo con calma

solo supe sonreír

Después del Dulce abismo

no queda nada

solo noche fría

y viento en el alma

Un abismo nunca puede

ser dulce me dije

y tus labios al marchar

me lo confirmaron

Me abandonaste en el Dulce abismo

sin saber

que eras tú

el que te dejabas atrás.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy hermoso, querida amiga. Un abismo dulcísimo y tierno y melancólico. Con sabor a melocotón y a membrillo.

Besos.