El Dulce Abismo
(No quise escribir de ti, y no me di cuenta, no me di cuenta de que no te dedique palabra alguna, porque te me clavabas en el alma, te me encrispabas y te me mareabas en la amargura, no escribí de ti porque el dolor no dejaba a la metáfora libre, pero ahora con el tiempo acumulado en mi espalda, puedo hablar de ti.)
En una plaza fría de agosto
nos reencontramos
nosotros
los desconocidos
después de hablar y besar
lento
nos miramos
los desconocidos
La angustia de tocarnos
de sabernos
de existirnos
la realidad aplastándonos
y abriéndonos
como aquella noche fría
No había nada más
que nosotros
en esa plaza
el mundo
el pasado
la familia y el dolor
todo era solo aire frío
para los desconocidos
Me llevaste al Dulce abismo
(no sabia cuanto de dulce
y de abismo tenia)
y como aquellas canciones
de Silvio que nos unían
y marchitaban
nos sentamos en una mesa
para contarnos
nuestras verdades
Nos acariciamos el olvido
y lloramos nuestras inquietudes
ahogándolas en las dudas
Nos dimos cuenta
que por muy cerca
que estaban nuestros cuerpos
nuestras almas cada vez
estaban más lejanas
Me abandonaste
en el Dulce abismo
dejándome destrozada
me abandonaste lejos
donde no llega la alborada
El Dulce abismo
tiene sillas de madera
tiene lámparas y velas
pero no tiene amor
Me abandonaste allí
con la escarcha en la ventana
con la leña en el fogón
En el Dulce Abismo
me dijiste
que no podías aguantar mi alma
y yo con calma
solo supe sonreír
Después del Dulce abismo
no queda nada
solo noche fría
y viento en el alma
Un abismo nunca puede
ser dulce me dije
y tus labios al marchar
me lo confirmaron
Me abandonaste en el Dulce abismo
sin saber
que eras tú
el que te dejabas atrás.