
Me aprovecho
del tintineo del faro
para apoderarme de ti
de tus labios
de locura y sal
de tus ojos tiernos
como miradas de azucar
y azahar
me aprovecho de la luna roja
menguando
sobre el mar terrible
que una vez
me quito la inocencia
y el candor
dandome a cambio
estos versos y el dolor
tu espalda anochecida
y roja
me convierte en su juguete
y yo me dejo
para no volver a perderte
hijo
de la luna roja
y de la menguante lujuria
vuelves al mar
dejandome
solo
la locura